KL'AA, que significa “cantar” en lengua hadzabe, es un viaje musical del niño en el descubrimiento del mundo. Una experiencia visual y sonora a través de la voz y la canción. Pone de manifiesto la voz como fundamento de la presencia humana, como vehículo de identidad. Es a través de la voz, del sonar a través de nuestro cuerpo, que nos convertimos en más humanos, más personas.
El espectáculo se va construyendo gracias a los sonidos, los sonidos que emite un bebé para comunicarse. A partir de ahí surge nuestra música. Una música muy cercana a ellos. Porque sobre todo es vocal y femenina (recuerda a la voz de la madre) y porque no utilizamos texto sino sonidos que ellos reconocen, y algunas palabras cercanas a su lenguaje. Todo acompañado de gesto y movimiento (también basado en la evolución que hacen desde que nacen y en el cómo se van desplegando) que hace que todavía capte más su atención.